Ahí está tan solitario en su rotonda, que casi nadie repara en él.
Pasamos cienes y cienes de veces por la rotonda y no le prestamos atención.
Pero desde el pasado jueves, y gracias a la artista polaca Agata Oleksiak, y su traje de croché, ya no queda indiferente a tirios ni troyanos, a los transeúntes y a los mirones, que nos acercamos para verlo , y como no, hacerle una foto.
Estará así hasta el 12 de Noviembre.
Merece la pena acercarse.
Por supuesto, para los "puristas" de la ciudad, esto será considerado como una ofensa, peor que la que sufrieron las hijas del héroe a manos de los condes de Carrión y "pedirán un duelo al sol para desfacer el entuerto" pero que le vamos hacer, así es la vida y así está la ciudad de Sevilla.
Que pena
Y menos mal, que la primera idea del Ayuntamiento era intervenir en la estatua de San Fernando, en la Plaza Nueva.
Ahí faltaron bemoles, vamos, lo que vienen siendo "cojones"
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