Uno de los sonidos del verano, después del vendedor de melones a la hora de la siesta, es el "estridulo" de la chicharra ( se produce por la fricción de unas membranas ubicadas en el abdomen. Son unos sacos que se inflan y se desinflan a su voluntad)
Es un talento exclusivo de los machos, para marcar territorio, señal de alarma y un reclamo a las hembras
Las chicharras viven bajo tierra entre 2 y 17 años.
Pues llega un memento que la chicharra pasa de ninfa a adulto y muda su piel. Y comienza el canto.
Esta mañana, en la zona quemada de la Dehesa de Abajo, pude contempla cientos de mudas de chicharra pegadas a las ramas quemadas
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