Despues de una pelea de dos bravos morlacos por la supremacía de la manada , y despues de la tensión que aquella pelea produjo entre todos los miembros de la manada, llega, ante mi asombro, el momento de relax.
Despues de ver estos lances de tinte, más sexual, todos mis mitos se caen.
Recuerdo que cuando era pequeño, con 5 ó 6 años, que iba con mi padre en el camión hacia Vigo, y al llegar al alto de la Cañiza, aquel toro, siempre en la misma posición me llamaba poderosamente la atención y siempre mi padre me gastaba la misma broma, me dicía que teníamos que tener cuidado que el toro podía venir a la carretera y como era tan grande que podía hacer volcar el camión, y yo acojonadito. Luego aquellas películas del gran Alfredo Landa, en laas que venían las suecas para ver al macho hispano, al que equiparaban con el toro de lidia, y hacía que viera al toro bravo como un icono de podería, de masculinidad. Cuantas veces escuché el comentario, refiriendose a los asuntos de testosterona, "estoy hecho un toro". Y veo esto. Poco a pocos se me van cayendo los mitos. Primero fué Maradona, que de ser casi un Dios, pasó a ser un vulgar drogadicto, y ahora esto. No sé si podré superarlo. De momento ya he pedido cita a un psicólogo.
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