Es tu mejilla temprana rosa de escarcha cubierta, en que el carmín de los pétalos se ve al través de las perlas. 
Porque son, niña, tus ojos verdes como el mar te quejas; quizás, si negros o azules se tornasen, lo sintieras.
Es tu boca de rubíes purpúrea granada abierta que en el estío convida a apagar la sed con ella
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
Un millón de besos y ..... y de raeflejos....
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