
Tanta espectativa que despertó el dichoso eclipse lunar.
Me voy a las afueras de Sevilla. En la cabecera de la pista del aeropuerto San Pablo.
Aquello parecía una fiesta: un montón de gente esperando.

Familias con niños pequeños. Parejas, grupos de jóvenes y no tan jóvene; con la nevera y los bocatas. Algunos con sillas para esperar mas descansadamente.

Como tarda en verse el eclipse, la gente empieza a divertirse con los aviones que constantemente aterrizan y despegan; hacen la ola, gritan. Esto parece una fiesta

A las 22,30 comienza a verse el eclipse. No se ve demasiado bien, pero bueno.
Dos horas de espera. Me esperaba algo mas. Ligera decepción.
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